La respiración se constituye en una forma de controlar la sobre activación de nuestro cuerpo producido por momentos de angustia. Por ello, se sugiere realizar la técnica de la respiración diafragmática:
1. Lo más recomendable es que esta respiración se haga por la nariz.
2. Para respirar correctamente coloca una mano sobre tu pecho y la otra sobre la boca del estómago/diafragma. A lo largo de este ejercicio, procuraremos que la mano que se encuentra sobre el pecho se mueva lo menos posible. La que debe moverse al respirar es la que está sobre el diafragma. Evitar mover los hombros.
3. Inhala suavemente intentando llevar el aire a la parte baja de tus pulmones (como si estuvieras llenado un globo) hacia el diafragma. El movimiento de las manos te indicará si lo estás haciendo correctamente. Realiza esta actividad durante 3 segundos.
4. Haz una pausa o retención del aire durante de 3 segundos y luego suelta por la nariz o boca por otros 3 segundos. Luego realizar una pausa y vuelve a empezar. Repite este ejercicio durante 5 minutos.
La respiración diafragmática pausada es quizá la técnica más efectiva para reducir la tensión física y mental.
Importante, tiene que ser una respiración cómoda, que no le suponga un esfuerzo, hágalo a su propio ritmo. Puede practicarla en cualquier momento y el tiempo que necesite. Le recomendamos que la utilice para relajarse en momentos de estrés y ansiedad o tras realizar un esfuerzo físico. Con ella, la recuperación será mucho mejor y llegará antes a la calma.
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