El otro día escuchaba una conversación de dos chicos universitarios y me sentía muy identificada con su relato, pensaba… en este tiempo que ha pasado con la pandemia hemos experimentado momentos de frustración a nuestra manera, en particular en mi casa al compartir el mismo espacio donde mis hijos están en clase, mi esposo en el computador dictando clase y yo en teletrabajo, prácticamente estamos todos hablando al mismo tiempo. Por ello, he tenido un permanente sube y baja de emociones e incertidumbre al preguntarme cuándo vamos a salir de esta situación; aunque, mi familia y ustedes estemos en situaciones muy diferentes, sé que nos encontramos experimentando sensaciones muy similares.

Durante este tiempo he identificado muchas dificultades, donde entendí cómo las dificultades se convierten en soluciones, por ejemplo, realizar reuniones y clases en computador no es muy chévere, estar pegada a la pantalla no es muy agradable, no me gusta estar lejos de la gente; no obstante, junto a mi equipo de trabajo de Bienestar Institucional hemos utilizado esos espacios virtuales para convertirlos no solo en encuentros laborales sino en momentos para compartir y saber cómo van nuestras vidas, “adelantamos cuaderno”, hablamos a la distancia, es decir, logramos convertir esos problemas en oportunidad.

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Habilidades socioemocionales.
¿Qué son las habilidades socioemocionales?

Es una palabra muy elegante para decir algo muy sencillo. Como seres humanos necesitamos formas de relacionarnos para conocernos nosotros mismos, habilidades para interactuar de una mejor forma con los demás y también enfrentar los retos de nuestro entorno. En ese sentido, necesitamos cosas como la autodeterminación, creatividad, capacidad de comunicarnos y conciencia de nuestras emociones; todos los elementos mencionados hacen parte de las habilidades socioemocionales que son importantes para nuestros escenarios y nos hacen tener una buena vida.

¿Las habilidades socioemocionales se pueden aprender o nacemos con ellas?

La buena noticia es que es algo cambiante, puede mejorar cada día, las habilidades sociales no son fijas, como comenzamos no tenemos que terminar, por ejemplo, cuando yo era pequeña no me gustaba prestar mis juguetes, pero después con el tiempo aprendí a compartir y a ser más empática con las necesidades de los otros.

Empecemos entonces por reconocer nuestras habilidades, para eso te presento la herramienta de Chequeo Emocional:

Imagínate un semáforo, ¿Qué cosas esenciales tiene un semáforo?

Rta: Que tiene tres luces

  • Luz roja
  • Luz amarilla
  • Luz verde
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Semáforo.
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Emociones.

Nos vamos a centrar en las luces del semáforo y las vamos a relacionar con nuestras emociones, el rojo seria para un día bajo de ánimo, cansado; el amarillo significa los días en donde tu energía y concentración están ahí, queriendo arrancar, pero todavía no, y el verde es cuando estas con todas las “pilas puestas” para “sacarla del estadio”.

Hay días en donde estoy en amarillo, otros en rojo o en verde, claramente nuestras emociones son estáticas; sin embargo, durante el día el estado de ánimo varía. Te invito a hacerte el chequeo seguido, mira en que color estás e intenta sacarles a las situaciones el mejor provecho.

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