Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de transmisión sexual (ITS) son afecciones que se transmiten de una persona a otra por vía sexual, ya sea manteniendo sexo vaginal, anal u oral.

Los síntomas de estas enfermedades son varios y en ocasiones muy molestos. Pueden padecerlas tanto los hombres como las mujeres, aunque las consecuencias de salud más graves suelen padecerlas las mujeres. La prevención es la mejor arma para combatir las ETS, ya sea mediante el uso del preservativo, las vacunas u otras medidas.

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CAUSAS

Las infecciones de transmisión sexual se transmiten mediante el contacto de fluidos como, por ejemplo, sangre, semen, flujo vaginal, etc., de ahí la principal vía de contagio que es la relación sexual sin protección. Sin embargo, las ITS también pueden transmitirse por el uso de jeringas contaminadas, transfusiones sanguíneas, contacto entre heridas e incluso algunas de ellas pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo o el parto. Pueden ser producidas por:

  •  Bacterias: gonorrea, sífilis, clamidia.
  • Virus: papiloma humano, hepatitis, herpes genital, VIH.
  • Parásitos: sarna, tricomoniasis.
FACTORES DE RIESGO

En general, todas las personas que mantienen una vida sexual activa y que no usan protección de barrera como el preservativo están expuestas a padecer una ETS. Factores que pueden aumentar el riesgo de infección:

  • Tener una edad entre 15 y 24 años.
  • Mantener relaciones sexuales sin protección con varias parejas.
  • Tener antecedentes de ITS.
  • Las violaciones o agresiones sexuales.
  • Consumo de alcohol y drogas, que pueden ser detonantes de relaciones sexuales sin protección.
  • Intercambio y reutilización de agujas que pueden estar infectadas.
PREVENCIÓN DE LAS ETS

Para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual lo más importante es que toda la población, especialmente los jóvenes, tenga una buena educación sexual. Los métodos anticonceptivos son eficaces para prevenir un embarazo no deseado. Sin embargo, el preservativo es el único método que ofrece las máximas garantías a la hora de impedir el contagio de las ETS.

Existen más de 20 tipos de enfermedades de transmisión sexual. Entre las más comunes tenemos:
Clamidia

Es la infección de transmisión sexual (ITS) bacteriana más frecuente en todo el mundo y se da con mayor frecuencia en adultos jóvenes sexualmente activos. La Clamidiasis se transmite al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección con una persona infectada, o bien de madre a hijo durante el parto. La infección causa cervicitis en las mujeres y uretritis en los hombres, así como infecciones extragenitales, como las rectales u orofaríngeas. La infección por clamidias no tratada puede causar complicaciones graves en la salud reproductiva de las mujeres, como la infertilidad.

Gonorrea

Es más común en los adultos jóvenes. La bacteria que causa la gonorrea puede infectar el tracto genital, la boca o el ano. Puede contraerse a través del sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada. Una mujer embarazada puede transmitírsela a su bebé durante el parto. Algunas veces, la gonorrea no provoca síntomas. En los hombres, puede causar dolor al orinar y secreción por el pene. De no tratarse, puede causar problemas en la próstata y testículos. En las mujeres, los primeros síntomas de gonorrea generalmente son leves. A medida que pasa el tiempo, puede provocar hemorragias entre los periodos menstruales, dolor al orinar y aumento de las secreciones vaginales. De no tratarse, puede provocar la enfermedad pélvica inflamatoria, que causa problemas en el embarazo e infertilidad.

Sífilis

Es una infección bacteriana que puede llegar a ser grave si no se trata de forma temprana, afecta tanto a hombres como a mujeres. Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano. Por lo general, se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene. También puede pasar de la madre al bebé durante el embarazo. Su principal síntoma es la aparición de unas llagas en el área genital llamadas chancros, los cuales son muy contagiosos. En los casos más graves, la sífilis puede dar lugar a daños cerebrales, parálisis y ceguera.

Hepatitis B

La hepatitis es una enfermedad que afecta al hígado y que puede estar causada por diferentes virus: hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C. El virus de la hepatitis B es el que suele transmitirse por contacto sexual. La hepatitis puede desencadenar una enfermedad hepática grave para toda la vida, con la aparición de cicatrices permanentes en el hígado (cirrosis), cáncer, insuficiencia hepática, etc. El virus de la hepatitis B no tiene cura, pero puede prevenirse con una vacuna.

Virus del Papiloma Humano (VPH)

El virus del papiloma humano o VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común que existe. Existen unos 40 tipos de VPH que afectan a los genitales tanto de hombres como de mujeres y se transmiten a través del contacto sexual. El virus provoca la aparición de unas lesiones en la piel conocidas como verrugas genitales, las cuales son indoloras pero muy contagiosas. En los casos más graves, el VPH puede dar lugar a ciertos tipos de cáncer. La infección por VPH no tiene cura, pero hay otras acciones que pueden prevenir su aparición y desarrollo de cáncer, como las vacunas o la realización de citologías periódicas.

Herpes genital

El herpes genital es una infección muy común, se caracteriza por la aparición de llagas en la vulva, la vagina, el cuello uterino, el ano, el pene, el escroto, las nalgas y/o la cara interna de los muslos. El contagio del herpes se produce piel con piel y, aunque no haya una cura definitiva para esta afección, existen medicamentos que ayudan a disminuir los síntomas y a evitar el contagio a otras personas.

Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el agente causal de la enfermedad conocida como SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida). El VIH afecta al sistema inmunitario del individuo y lo debilita, lo cual hace que disminuyan sus defensas y que pueda enfermarse más fácilmente. El VIH puede permanecer en el cuerpo humano durante años sin desarrollar síntomas. Sin embargo, no existe una cura definitiva y el riesgo de infección por vía sexual es muy elevado.

Sarna

La sarna o escabiosis es una afección de la piel que está causada por parásitos. Su transmisión se realiza piel con piel, normalmente durante el sexo, por eso se considera también una ETS. La sarna provoca erupciones, irritación y mucha picazón. Aunque no es grave, su contagio es muy fácil y los síntomas muy molestos.

Tricomoniasis

Es una enfermedad de transmisión sexual causada por un parásito. Se contagia de persona a persona a través de relaciones sexuales. Muchas personas no muestran síntomas, aunque en algunas mujeres sí puede causar vaginitis o irritación de la vagina. Las mujeres embarazadas con tricomoniasis tienen más probabilidades de dar a luz en forma prematura, y es más probable que sus bebés tengan bajo peso al nacer.

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