1. Reconoce tus emociones: identificar lo que sientes es el primer paso. Pregúntate: ¿cómo te sientes, ¿qué sientes?
2. Comprende tus emociones: trata de entender por qué te sientes de cierta manera. ¿Qué desencadenó esa emoción?
3. Permítete sentir: no reprimas tus emociones; es normal sentir muchas emociones. Acepta tus sentimientos sin juzgarte.
4. Practica la autoconciencia: conoce lo que te desencadena o dispara emocionalmente y cómo reaccionas ante ellos.
5. Respira y toma distancia: si te sientes abrumado, toma un respiro antes de responder o actuar. La respiración profunda ayudará a calmarte.
6. Busca apoyo: hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental.
7. Desarrolla habilidades de afrontamiento: aprender a meditar, hacer ejercicio, leer, escribir, ayuda a tramitar emociones.
8. Aprende a decir “no”: establecer límites saludables puede ayudarte a evitar situaciones que te generen estrés emocional.
9. Busca ayuda profesional: si persisten las dificultades, considera hablar con un profesional.
La gestión emocional es un proceso continuo, no espere resultados inmediatos.
Calma y espera, se amable contigo.