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Juan Carlos Quintero
Decano Facultad de Ciencias Ambientales

Reflexión

¡Pandemia, un llamado a la reinvención y reflexión!

Cada uno de nosotros afrontamos este confinamiento obligatorio de la mejor manera posible; nuestras clases, trabajos, relaciones familiares y personales, ahora se realizan a través de un medio electrónico: una pantalla; cambiando totalmente la dinámica de nuestra cotidianidad y de nuestra sociedad. Para muchos este cambio en nuestro estilo de vida representa un esfuerzo que debemos tomar con estoicismo y, en algunos casos con resignación, pero es importante detenernos unos minutos para analizar aspectos importantes sobre la cuarentena por la cual estamos pasando.

El COVID – 19 no es una respuesta del planeta a los altos niveles de contaminación y la degradación ambiental, no es una “venganza” de la naturaleza por nuestro desinterés hacia el cuidado de nuestros recursos naturales. Es una enfermedad causada por un virus, sin un sentido más allá que la reproducción de sí mismo, el más básico de los objetivos de los seres vivos. Sin embargo, el desarrollo de esta pandemia si está impactando nuestro ambiente y a la sociedad de una forma radical.

Vemos ejemplos en muchas partes del planeta donde animales han regresado a zonas donde no los veíamos desde hace años. Delfines nadando en la bahía de Santa Marta y en los canales de la ciudad italiana de Venecia, alejados por décadas por la contaminación de sus aguas. También, se han visto venados y jabalíes salvajes en ciudades como Japón o raras imágenes de zorros bajando de los Cerros Orientales de Bogotá, caminando por nuestras calles, sorprenden a propios y extraños. Estas son evidencias del extraño impacto positivo de esta pandemia, el permanecer recluidos en nuestros hogares ha abierto la puerta a la movilidad de nuestra fauna por ambientes que fueron de ellos hace mucho tiempo.

Pero debemos tener cuidado con pensar que lo positivo, mencionado anteriormente, perdurara después del coronavirus. Nuestra economía mundial está casi paralizada por esta enfermedad, pero la sociedad se va a recuperar y buscará retomar los niveles de producción de antes. Volveremos a salir y usar nuestros automóviles para ir al trabajo, universidades y eventos sociales, generando casi el mismo nivel de gases y contaminantes de antes.

Por ello, la importancia de sentarnos y reflexionar un poco en la búsqueda de alternativas diferentes a los actuales modelos económicos, pensar no solo en el bienestar propio sino en el común, y en la protección de los recursos naturales. De pronto en los espacios de silencio que vivimos en esta cuarentena, podríamos encontrar nuevos estilos de vida, mucho mejores a los que teníamos antes de la llegada del COVID – 19.

Es innegable que viviremos cambios radicales después de esta pandemia, pero podemos lograr que sean dirigidos hacia nuevos caminos, más optimistas y con una meta clara, contribuyendo así a una mejor calidad de vida. Tal como lo dice la directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen, “un planeta sano es un planeta con menos enfermedades”.

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